Por tanto se debe juzgar la calidad de la mordida de los perros participantes y es normal que cuando se juzgue la mordida, se le dé al ejemplar la posibilidad de realizar una "buena mordida" o si se debe juzgar la resistencia, que el ayudante ejerza una amenaza real sobre el perro. Lo importante es que el ayudante actúe de la misma manera con todos los perros y así se dé la posibilidad al Juez de llevar a cabo un juicio justo del trabajo de los perros. 

1.      Enfrentamiento y ladrido (clases I – III) 

El ayudante permanece inmóvil con el brazo ligeramente angulado y sin adoptar una posición corporal amenazadora en un escondite a la vista. La manga sirve como protector del cuerpo. En el enfrentamiento y el ladrido el perro está bajo la observación del ayudante. No se permite cualquier estímulo adicional o ayuda corporal. El bastón acolchado se sujeta al lado de la pierna hacia abajo. Si el perro empuja o agarra, el ayudante no puede responder con un movimiento de defensa.

 2.      Tentativa de fuga del ayudante (clases I – III)

 Después del ejercicio de "enfrentamiento y ladrido", el ayudante sale del escondite a paso normal siguiendo las órdenes del guía y se coloca en el lugar elegido previamente por el Juez (posición de huida marcada). La posición del ayudante debe facilitar al guía que su perro pase a una distancia de 5 pasos y de lado a la manga del ayudante. Para el guía debe ser perceptible la dirección de la huida.

 El ayudante, bajo la orden del Juez, emprende un rápido intento de fuga en línea recta, sin ejecutarlo de manera incontrolada o exagerada. La manga no debe moverse excesivamente y el perro debe tener una óptima posibilidad de cogerla. Durante el intento de fuga, el ayudante no puede volverse hacia el perro. Sin embargo, puede tenerlo a la vista. El ayudante no puede quitarse la manga. En caso de que el perro le haya mordido, el ayudante debe continuar su huida en línea recta y colocar en movimiento la manga contra su cuerpo.

 El Juez establece la distancia de la huida. Cuando el Juez lo indica, el ayudante cesa su fuga. Cuando la fuga se ha llevado a cabo con el dinamismo necesario, el Juez puede dar un juicio favorable. Se prohibe cualquier tipo de ayuda por parte del ayudante, como por ejemplo mostrar exageradamente la manga, llamar la atención o golpearse en el pantalón con el bastón acolchado antes o durante la huida, mantener la manga sin tensión después del mordisco, disminuir el dinamismo, cesar la fuga, etc.

 Para más información sobre la inmovilización ver punto 8 (válido para todos los ejercicios)

 3.      Defensa del perro durante la fase de vigilancia (clases I – III)

 Después de la fase de vigilancia y bajo la orden del Juez, el ayudante emprende el ataque al perro. Agita el bastón acolchado por encima de la manga para amenazar al perro sin tocarlo. En el mismo momento y sin mover la manga lateralmente, el ayudante hace un movimiento frontal de ataque hacia el perro. Se mantiene la manga pegada al cuerpo. En caso de que el perro le haya mordido, el ayudante debe desplazarse lateralmente y empezar la fase de amenaza en la misma dirección. Por consiguiente, el Juez debe colocarse de manera que pueda evaluar la conducta de ataque, la captura, la calidad del mordisco y la vigilancia. No está permitido un acoso en dirección al guía.