Instinto de Presa y Defensa en el Ovejero Alemán

El instinto de presa forma parte de la conducta canina de recolectar comida. En un animal predador esto significa que el instinto de presa dirige las técnicas de cazar y matar. Perseguir, levantar, atacar, morder y sacudir a muerte, son las más importantes de estas técnicas cuando hablamos del entrenamiento de la protección. Con objeto de estimular estas técnicas instintivas en el perro, tenemos que tener presente lo que en la realidad hace una presa cuando es cazada. La presa siempre se mantiene en movimiento, se mueve de manera evasiva, y está agobiada por el miedo. Esas conductas a su vez disparan la persecución, el ataque, la mordida, la tracción y la sacudida a muerte en el perro. El instinto de presa es innato y es un instinto entrenable, esto significa que puede ser aumentado o reducido. El instinto de presa puede ser agotador, lo que significa que llegará un momento en el que el perro da la impresión de no realizar más los comportamientos deseados.

El instinto de defensa se considera como uno de los comportamientos de agresión del perro, y puede aparecer conjuntamente con otros comportamientos. La amenaza, la mirada fija y la mordida son reacciones defensivas típicas. El comportamiento defensivo generalmente se dispara por amenazas, reales o percibidas o por una agresión abierta. El objetivo del comportamiento de defensa es siempre crear una conducta de evitación en el que amenaza. El instinto de defensa puede aparecer como una defensa de la presa, defensa de los cachorros, defensa del territorio, defensa contra un desconocido o autodefensa. Este instinto se satisface en cada caso cuando el agresor muestra una conducta de evitación. El instinto de defensa no está sujeto al agotamiento, así que puede ser activado a voluntad. Debería, sin embargo, formar parte de la conducta combativa de todo perro de protección. Además, es el responsable de comportamientos semejantes que se tienen en cuenta bajo presión o bajo amenaza. El gran peligro cuando se trabaja a un perro en el instinto de defensa es que el mismo estímulo que origina la conducta de defensa también origina el comportamiento de evitación. Cuál de los posibles comportamientos se muestre por el perro cuando se presente el estímulo detonador depende de diversidad de factores, entre ellos la confianza y temperamento del perro así como del que amenaza, las experiencias de la vida; del perro, su edad y madurez, el lugar (territorio familiar o extraño), distancia entre los adversarios y la presencia de otras influencias externas (presa, compañero, cachorros).

La defensa es una parte del entrenamiento de protección. La idea de que los buenos perros solo deberían trabajarse en defensa es un peligro que ha estropeado muchos grandes perros.

El comportamiento de agresión contiene tanto agresión reactiva (defensa) como agresión activa como agresión activa (agresión social). Con todas las teorías diferentes que existen sobre la agresión, todavía no hay disponible una prueba concluyente de si la genuina agresión espontánea existe o no. Las tres teorías sobre de donde procede la agresión son: § La agresión es aprendida. § La agresión es creada por experiencias negativas. § La agresión es innata. Probablemente la verdad sea que la agresión sea el resultado de todos los tres procesos. Para nuestros propósitos, no obstante, deberíamos preocuparnos menos en de donde procede la agresión y más en que la desencadena, cual es el objetivo y cuál es su significado biológico. El desencadenante de la agresión reactiva (defensa) fue expuesto en el apartado previo. Así que, ocupémonos de la agresión activa. Es siempre intraespecífica, lo que quiere decir agresión social, y es el resultado de la competición por algo (territorio, comida, compañeros, etc.). La agresión intraespecífica es activada por los rivales y por el comportamiento antisocial. El objetivo del instinto es causar la evitación o la sumisión del rival. El significado biológico es la distribución uniforme de una especie sobre el terreno disponible para reducir la posibilidad de escasez de comida y de epidemias además de la supervivencia de una especie y de una manada mediante la selección de los animales más adecuados para la reproducción y como líderes. En especies con una jerarquía social, los comportamientos adquiridos del instinto de agresión limitan los resultados negativos y garantizan los resultados positivos de agresión social tales como la amenaza, la dominancia, la sumisión y los rituales de combates no físicos La agresión aumenta con la maduración y la práctica. Puede también aumentar o disminuir mediante el adiestramiento y por influencias externas, por ejemplo el dolor puede ser un estimulador de la agresión. Otros factores que afectan al comportamiento agresivo son el lugar y los niveles hormonales. Los dos factores que afectan al comportamiento agresivo que un figurante necesita conocer son: el conocimiento personal impide la agresión; y la aceptación pasiva de la agresión de un perro impresiona al perro profundamente y le causa inseguridad. Un efecto de la parte negativa de la agresión en el adiestramiento canino es que reduce enormemente la habilidad en el aprendizaje del perro. Nota del autor: Todos queremos ver a nuestros perros trabajar de manera agresiva frente el tipo malo, pero necesitamos tener presente que esta es la escena final que queremos ver. Con demasiada frecuencia, perros de alta calidad no alcanzan su potencial porque sus propietarios quieren verlos agresivos desde el principio, olvidando el hecho de que el perro tiene que aprender muchos ejercicios complejos antes de que pueda aparecer sobre el campo de competición. Así que es posible enseñar al perro primero un ejercicio y luego hacer que lo realice agresivamente. De nuevo la cuestión de si existe o no un instinto de lucha independiente no ha sido todavía respondida. Algunos expertos en perros creen que debe existir un instinto de lucha y que está relacionado con el instinto de juego. El término instinto de lucha es un oxímoron. Combina la palabra instinto que se refiere a un rasgo heredado el cual sirve para preservar la vida y las especies, con la palabra lucha que se refiere a combate físico. Un instinto para luchar sería entonces una motivación interna que dirija al perro hacia una situación potencialmente perjudicial. Pero incluso en la agresión social los enfrentamientos ritualistas no físicos son mucho más comunes que las luchas físicas perjudiciales. Sin embargo, aparte de esta polémica, el término instinto de lucha es una descripción útil de un comportamiento deseable en el perro. Queremos ver un perro que se divierte luchando con el figurante. Pero solo un perro que no se siente como si estuviera luchando por su vida puede mostrarse sin estrés y divertirse.

El deseo de buscar; es un ingrediente esencial del instinto de lucha. En todos los perros con un acusado instinto de lucha, también encuentro un pronunciado instinto de presa. Apresar es una actividad apasionante que no estresa al perro. Sin embargo, el instinto de presa solo no es igual al instinto de lucha, el perro tiene también que utilizar el comportamiento de defensa. El componente fundamental del instinto de lucha es la parte activa del instinto agresivo, la agresión social. Por lo tanto el perro debe siempre ver al figurante como un rival. El objeto de competición podría variar: podría ser la presa (de ahí la relación con el instinto de presa); o podría ser el rango social, lo que funciona bien con perros dominantes. Así que con objeto de aumentar el instinto de lucha, tenemos que fomentar el instinto de presa, fortalecer el instinto de defensa y reforzar la agresión enseñando al perro que puede derrotar y dominar al figurante. Esto dejaría muy claro que tanto instinto de lucha es una cualidad muy deseable, que no espera verse desarrollada completamente en un perro de un año. Nota del autor: “Hacer a vuestros perros un favor y ayudarles a desarrollar todos los componentes que fortalecen el instinto de lucha, en lugar de esperar hasta que aparezca por arte de magia porque el perro debería hacerlo de manera natural”.